domingo, 21 de noviembre de 2010

Hábitos Saludables.

La salud: es el estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de infecciones o enfermedades. 


Los factores que influyen en la salud son: 
-El medio ambiente.
-La asistencia sanitaria.
-El estilo de vida.
-Las enfermedades hereditarias. 


Hábitos Saludables:
■ Realiza actividad física de manera habitual, ya que contribuye a prevenir la aparición de gases intestinales y el estreñimiento. La práctica de algún deporte incrementa la ventilación pulmonar, ya que los músculos necesitan más cantidad de oxígeno.


■ Evita las bebidas alcohólicas. La ingestión excesiva de alcohol de forma continuada produce lesiones irreversibles en el hígado y el páncreas y favorece el cáncer de esófago.


■ Cepíllate los dientes después de cada comida, sobre todo después de tomar sustancias azucaradas, para eliminar los restos de alimentos, y utiliza hilo dental para limpiar perfectamente el espacio entre los dientes, adonde el cepillos llega con dificultad. Acude al dentista al menos una vez al año.


■ Evita la exposición al polvo y a los contaminantes atmosféricos. Las partículas que flotan en el aire y los gases contaminantes irritan las mucosas respiratorias y pueden favorecer la aparición de diversas afecciones de garganta, laringe, tráquea y bronquios.


■ No fumes. El consumo habitual de tabaco ocasiona importantes daños, tanto en las vías respiratorias como en los pulmones, ya que el humo contiene hasta veinte sustancias nocivas para la salud, como la nicotina, el alquitrán y el monóxido de carbono (CO). La aparición de cáncer de labio, boca y estómago, así como de algunos tipos de úlceras, está relacionada con el consumo de tabaco.


■ No abuses de la sal, pues favorece la retención de líquidos, con lo que aumenta el trabajo cardíaco. Además, la sal común provoca la subida de presión arterial, por lo que debe evitarse cuando esta tiene tendencia a ser elevada.


■ Evitar el exceso de peso corporal, ya que suele ir asociado a una cantidad elevada de colesterol en la sangre y puede producir, además, una subida de la tensión arterial.

■Trata adecuadamente las infecciones dentales y de garganta para evitar que se conviertan en crónicas y que los microorganismos responsables puedan trasladarse al corazón y llegar a lesionar sus válvulas.  

 Ingiere agua y otros líquidos en cantidad suficiente para que las sustancias disueltas en la orina no se encuentren muy concentradas. Así evitas que puedan precipitar y formar cálculos en el riñón
y las vías urinarias. Es recomendable beber entre 2 litros y 2,5 litros de líquidos cada días.

■ Evita aguantar las ganas de orinar: acude al baño cuando sientas la necesidad.

Aparato excretor.



Aparato excretor: es el conjunto de órganos encargados en tomar las sustancias de excreción de la sangre y expulsarla al exterior.


El aparato urinario humano se compone, fundamentalmente, de dos partes que son:
Los órganos secretores: los riñones, que producen la orina y desempeñan otras funciones.
La vía excretora, que recoge la orina y la expulsa al exterior.


Está formado por un conjunto de conductos que son:
Los uréteres, que conducen la orina desde los riñones a la vejiga urinaria.
La vejiga urinaria , receptáculo donde se acumula la orina.
La uretra, conducto por el que sale la orina hacia el exterior, siendo de corta longitud en la mujer y más larga en el hombre denominada uretra peneana.


Los uréteres

Los uréteres son dos conductos de unos 21 a 30 cm de largo, bastante delgados, aunque de calibre irregular, que llevan la orina desde la pelvis renal a la vejiga, en cuya base desembocan formando los llamados meatos ureterales, cuya disposición en válvula permite a la orina pasar gota a gota del uréter a la vejiga, pero no viceversa. Su interior está revestido de un epitelio y su pared contiene músculo liso.


La vejiga

La vejiga es un órgano hueco situado en la parte inferior del abdomen y superior de la pelvis, destinada a contener la orina que llega de los riñones a través de los uréteres. Cuando está vacía, sus paredes superior e inferior se ponen en contacto, tomando una forma ovoidea cuando está llena. Su capacidad es de unos 700-800 mL. Su interior está revestido de una mucosa con un epitelio poliestratificado pavimentoso, impermeable a la orina. Su pared contiene un músculo liso, que contrayéndose y con la ayuda de la contracción de los músculos abdominales, produce la evacuación de la vejiga a través de la uretra. A esto se llama micción. La parte de la vejiga que comunica con la uretra está provista de un músculo circular o esfínter, que impide normalmente la salida involuntaria de la orina. Además de estas fibras lisas hay otras estriadas que ayudan a retener voluntariamente la orina.


La uretra

La uretra es el conducto altamente sistematizado que permite la salida al exterior de la orina contenida en la vejiga. Difiere considerablemente en ambos sexos. En la mujer es un simple canal de 3 a 4 cm. de largo, algo más estrecho en ambas extremidades que en el resto de su trayecto. Es casi vertical y se halla por delante de la vagina, abriéndose en la vulva por delante del orificio vaginal.
En el hombre la uretra mide de 18 a 20 cm. de longitud, y es de calibre irregular, presentando partes ensanchadas y otras estrechadas. Además no es recta sino que presenta ciertos ángulos. Tiene muchos segmentos: uretra prostática (parte que pasa por la próstata), uretra membranosa y uretra esponjosa, es decir, la rodeada por el cuerpo esponjoso, la que a su vez puede subdividirse en varios segmentos.
Las hemorragias o secreciones que se producen en la primera, salen al exterior y las que se producen en la segunda, pueden volcarse en la vejiga. La inflamación de cada uno de estos sectores produce también síntomas distintos. En la uretra desembocan diversas glándulas en las que pueden acantonarse una infección de la uretra.




el aparato circulatorio



Aparato circulatorio: consiste en recoger los nutrientes y el oxígeno y los reparte entre las células y también recoge sustancias no deseables producidas por las células.
Las partes básicas de este aparato son: arterias, venas, sangre, corazón.

Existen dos tipos de sistemas circulatorios:

Sistema circulatorio cerrado: Consiste en una serie de vasos sanguíneos por los que, sin salir de ellos, viaja la sangre. El material transportado por la sangre llega a los tejidos a través de difusión. Es característico de anélidos, moluscos cefalópodos y de todos los vertebrados, incluido el ser humano.

Sistema circulatorio abierto: La sangre bombeada por el corazón viaja a través de vasos sanguíneos, con lo que la sangre irriga directamente a las células, regresando luego por distintos mecanismos. Este tipo de sistema se presenta en muchos invertebrados, entre ellos los artrópodos, que incluyen a los crustáceos, las arañas y los insectos; y los moluscos no cefalópodos como caracoles y almejas. Estos animales tienen uno o varios corazones, una red de vasos sanguíneos y un espacio abierto grande en el cuerpo llamado hemocele.



Aparato respiratorio.




Aparato respiratorio: es el conjunto de estructuras cuya función es la de abastecer de oxígeno al organismo (principalmente al cerebro) y expulsar el dióxido de carbono que sobra.
Su estructura básica es: la tráquea y los pulmones.
Las vías respiratorias comunican el exterior con los pulmones, que son los órganos encargados de esta función.
En cada inspiración el aire que penetra atraviesa las fosas nasales donde se calienta y humidifica para proseguir su recorriendo a través de la faringe, la laringe, la tráquea y los bronquios, hasta alcanzar la profundidad del tejido pulmonar.
En los alvéolos se produce el intercambio gaseoso entre el aire y la sangre mediante un proceso de difusión pasiva de gases que tiende a igualar la concentración a uno y otro lado de la membrana alvéolo capilar con la espiración en aire ya pobre en oxigeno y cargado de dióxido de carbono es expulsado al exterior. El diafragma y los músculos intercostales permiten que se suceda la entrada y salida del aire.




Aparato digestivo




Aparato digestivo: es el conjunto de órganos (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso) encargados de preparar los alimentos
para que las células puedan utilizarlos.
La función que realiza es la de transporte (alimentos), secreción (jugos digestivos), absorción (nutrientes) y excreción (mediante el proceso de defecación).

El aparato digestivo es un largo tubo encargado de transformar los alimentos en sustancias simples. Desde la boca hasta el ano, el tubo digestivo mide unos 11 metros de longitud. En la boca, empieza la digestión. Los dientes trituran los alimentos y la saliva los humedecen e inician su descomposición química.
Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, en condiciones normales, cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en el quimo.
A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga con el intestino delgado, de unos siente metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas. Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.
El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos indigeribles de los alimentos.




La nutrición.

Conjunto de procesos que nos permiten utilizar y transformar las sustancias que necesitamos para mantenernos vivos. 
La nutrición hace referencia a los nutrientes que componen los alimentos y comprende un conjunto de fenómenos involuntarios que suceden tras la ingestión de los alimentos, es decir, la digestión, la absorción o paso a la sangre desde el tuvo digestivo de sus componentes o nutrientes, y su asimilación en las células del organismo. La nutrición es la ciencia que examina la relación entre dieta y salud. Los nutricionistas son profesionales de la salud que se especializan en esta área de estudio, y están entrenados para proveer consejos dietéticos.

Nutrición autótrofa: es la que llevan a cabo los organismos que producen su propio alimento. Los seres autótrofos son organismos capaces de sintetizar sustancias esenciales para su metabolismo a partir de sustancias inorgánicas. El término autótrofo procede del griego y significa "que se alimenta por sí mismo".

Nutrición heterótrofa: es la que llevan a cabo aquellos organismos que necesitan de otros para vivir. Los organismos heterótrofos, en contraste con los autótrofos, son aquellos que deben alimentarse con las sustancias orgánicas sintetizadas por otros organismos. Entre los organismos heterótrofos se encuentra multitud de bacterias y los animales.





La alimentación.


Consiste en la obtención, preparación e ingestión de alimentos.
Los seres humanos necesitan, además del agua, una ingestión de alimentos variada y equilibrada.
El consumo regular de un conjunto de alimentos (dieta) debe proporcionar las cantidades adecuadas de nutrientes: proteínas, hidratos de carbono, lípidos, glúcidos, minerales y vitaminas principalmente.